Los Goya desde dentro
Anoche asistí a la Gala de los Goya 33 edición, la noche más importante del cine español y la segunda vez que se realizaba fuera de Madrid, ni más ni menos que en Sevilla; que dicen que tiene un color especial y se llenó de miles de colores y de miles de personas.
Fue una noche llena de emoción, nervios, risas y de derramar lagrimas.
La alfombra roja como pudisteis ver fue un despliegue de actores y de actrices a cada cual más guapo y elegante: la mayoría apostaron por diseñadores españoles a la hora de escoger su trajes y vestidos. Pudimos entrevistar a casi todos, que nos atendieron con mucho cariño y nos desvelaron sus proyectos y se mojaron, algunos, de quienes querían que ganaran los Goya.
Pero lo que nadie os cuenta es los que estábamos detrás, esperando con nuestro micro, nuestras preguntas, cámaras, todos los patrocinadores, la empresa de comunicación, seguridad, colaboradores, periodistas, redactores, medios online y un sin fin de personas. Todos los que trabajamos aquella noche para que todo fuera perfecto, el tiempo que nos llevo preparar las entrevistas, buscar los medios y enfrentarnos a la gala de las galas.
Para que todo, absolutamente todo, fuera perfecto; Y para mí lo fué, porque me ví inmersa en una gala especial, con personas con un brillo en los ojos, que eran la mezcla entre emoción y la ilusión de un niño la mañana de navidad y eso se contagia.
Pudimos ver la gala desde la sala de prensa en la que pasaban los ganadores de los Goya, éramos unas 200 personas trabajando a destajo, solo en esta sala(había dos más),todos intentando subir nuestras fotos, artículos, nuestro trabajo lo más rápido posible.
Solo hubo un momento que es de esos que se te graban en el corazón y que quise que se quedara grabado en mi retina y no en mi cámara, de repente se hizo el silencio en la sala cuando Jesús Vidal ganó el Goya a mejor actor revelación y se puso a hablar, un discurso improvisado, sacado del corazón y que hizo que todos o casi todos, dejáramos lo que estábamos haciendo y nos quedáramos mirándole, muchos lloramos de la emoción, yo la primera, y solo espero que marcara un antes y un después en los Goya y que las palabras: inclusión, visibilidad y diversidad formen parte de la vida de todos.
Gracias Jesús por ayudarnos a cambiar poco a poco nuestra sociedad; nos has puesto en el buen camino.
Anoche todos fuimos CAMPEONES!